Universidad Nacional de San Juan - Argentina - Octubre 2006 - Año III - Nº 24

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Cómo hacer que la ciencia llegue al público

Durante la primera semana de octubre, una veintena de periodistas de todo el país asistieron en San Juan al Primer Curso Intensivo de Periodismo Científico, organizado por la Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva (Secyt), la Federación Argentina de Trabajadores de Prensa (FATPREN) y la Universidad Nacional de San Juan (UNSJ).

POR OMAR CERESO

El Secretario de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, Ing. Tulio Del Bono y el Rector de la UNSJ, Dr. Benjamín Kuchen entreverados con los periodistas que hicieron el curso, en el acto de cierre.

La década del 90´ dejó como saldo en la Argentina no sólo una profunda crisis económica, sino también un notorio deterioro cultural. Y entre los muchos posibles ejemplos que ponen en evidencia esta realidad, bien puede citarse lo que la mayoría de los argentinos vemos, escuchamos y leemos a diario en los medios de comunicación. A nadie sorprende ya la supremacía de contenidos banales, frívolos, de mal gusto y carentes de responsabilidad social que ofrecen nuestros medios. Preocupados y movilizados por esta situación, la Secyt, FATPREN y la UNSJ decidieron aunar esfuerzos y organizaron el "Primer Curso Intensivo de Periodismo Científico", cuyo objetivo fue capacitar a periodistas de todo el país en la tarea de conquistar espacios en los medios para divulgar conocimientos generados por la ciencia.
El curso se desarrolló íntegramente en San Juan y contó con la participación de 27 periodistas seleccionados y becados por la Secyt. La actividad se realizó en tres etapas. La parte teórica estuvo a cargo de las docentes Dely Domínguez y Susana Albarracín, del Departamento Ciencias de la Comunicación, de la Facultad de Ciencias Sociales, de la UNSJ. Los talleres prácticos fueron coordinados por los periodistas especializados en divulgación científica Daniel Arias (Diario La Nación) y Enrique Garabetyan (Revista Neo). En tanto que los insumos informativos trabajados por los becarios fueron recogidos en distintos institutos y centros de investigación de la UNSJ. Los periodistas visitaron el "Instituto de Automática" y el "Instituto de Investigaciones Mineras" de la Facultad de Ingeniería, el "Museo de Ciencias Naturales", de la Facultad de Ciencias Exactas Físicas y Naturales y el "Centro Astronómico El Leoncito", dependiente del CONICET (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas) y de las Universidades Nacionales de Córdoba, La Plata y San Juan. Además, los becarios se llevaron información del "Instituto de Investigaciones Antisísmicas", de la Facultad de Ingeniería y del "Instituto de Investigaciones Socioeconómicas", de la Facultad de Ciencias Sociales, ambos de la UNSJ.

Daniel Arias ejerce el periodismo científico desde hace 21 años. Es uno de los periodistas especializados más respectados del país. Trabajó para Clarín, Perfil y en la actualidad escribe para el diario La Nación. Tras su paso por San Juan, donde coordinó los talleres del Primer Curso Intensivo de Periodismo Científico, conversó con U y analizó la situación de la ciencia en el país.

"El sistema científico está tratando de resucitar"

¿En qué estado está el sistema científico argentino hoy?
Tratando de resucitar. Durante los años 90 el sistema estuvo casi muerto.

¿Cree que hay voluntad política para resucitarlo?
Sólo en algunos hombres, (Daniel) Filmus, (Tulio) Del Bono y alguna que otra gente que la vienen peleando desde siempre como la Comisión Nacional de Energía Atómica, el INVAP (empresa dedica al desarrollo de tecnología nuclear, espacial e industrial) o el INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria); pero para el gabinete presidencial la ciencia y, especialmente, el desarrollo tecnológico, que es lo que genera plata más rápido, no es una prioridad. Ellos están en otra.

Pero hubo un incremento en el presupuesto destinado a ciencia
Si, eso es cierto, pero hay otras cosas que son alarmantes. Recién ahora se les ocurrió resucitar la construcción de Atucha II cuando ya tienen la crisis energética al cuello. Si hubieran tomado la decisión cuando asumieron el gobierno la obra ya estaría casi terminada. Lo mismo pasó con el proyecto CAREM (Central Argentina de Reactor Modular) para construir un pequeño reactor nuclear argentino. Ese proyecto está en planos desde hace 25 años y ya nos lo copiaron Corea y Estados Unidos. En su momento fue un diseño nuclear innovador. Estas cosas son las que me hacen pensar que el gobierno está mirando para otro lado con respecto a estos temas.

¿Qué diferencias hay con el desarrollo científico de Brasil?
Las diferencias son abismales. Cualquier político o empresario progresista de la Argentina te dice "hay que apoyar la ciencia", y en Brasil te dicen "tenemos que apoyarnos en la ciencia". Ellos tienen muy claro que gracias al crecimiento tecnológico de los últimos 25 años lograron dar vuelta su economía. Te doy un ejemplo: hace 30 años nadie hablaba de EMBRAER (Empresa Brasilera de Aeronáutica), una fábrica de aviones brasileña que se fundó con ingenieros aeronáuticos argentinos que se fueron de aquí perseguidos por la dictadura de (Juan Carlos) Onganía. Hoy EMBRAER es el cuarto fabricante de aviones del mundo, es la pesadilla de Boeing y Airbus; ya está fabricando aviones intercontinentales; genera 14 mil puestos de trabajo directos y una facturación anual de 4 mil a 5 mil millones de dólares. Los brasileños hicieron esto en sólo 30 años, y ahora planean hacerlo en el campo de la energía nuclear, en el terreno espacial y seguramente en biotecnología. Si Argentina tuviera una política clara sobre este tema hoy debería estar invirtiendo mucho dinero para lograr, al menos, ser socio de Brasil.

¿Qué aporte hace al sector privado al desarrollo de la ciencia?
El sector privado no existe. No ponen un solo peso en investigación. Cuando no están en la bicicleta financiera construyen departamentos de lujo. Están en la fácil.

¿Y las universidades?
Yo sólo puedo opinar de la UBA (Universidad de Buenos Aires) que es la que conozco mejor. Indudablemente no está en sus mejores épocas. Yo me acuerdo cómo se investigaba en la década del 60´ y comparo con las condiciones en las que se investiga hoy y se me caen las lágrimas.

 

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